Basura es cerrar los ojos y pensar en cualquiera,
ignorar miradas que gritan un futuro imperfecto,
ser sincera esta noche, escapar de aquí.
Basura es mirarme al espejo y volver a verme,
depilarme las cejas en el último metro,
escupir preguntas, intentar seguir.
Basura es ordenar los libros que me regalaste,
tomar poleo menta en la barra de un bar,
oír tu silencio, perderme en Madrid.
Basura es llegar pronto a todas mis citas,
abrigarme en espaldas ajenas el próximo invierno,
latir con retraso, llorarme por ti.
Basura es llover en agosto, comprar en rebajas, dormirme sin sueño.
Basura es ayer, casi nunca, pasado mañana.
Basura es follar con tu ausencia,
volver a sentir…
domingo, 16 de octubre de 2011
sábado, 20 de agosto de 2011
OCHO AÑOS
365 días más en mi calendario de hojas de papel mojado.
El teatro del absurdo se entremezcla con el bochorno de agosto.
Un año más, un año menos.
Y ya nunca estabas…
El teatro del absurdo se entremezcla con el bochorno de agosto.
Un año más, un año menos.
Y ya nunca estabas…
sábado, 9 de julio de 2011
TORMENTA
A: ¿Cuándo dejará de llover?
B: Dicen que mañana estará más despejado.
A: Eso dijeron ayer y mira la tormenta que está cayendo.
B: No me importa la tormenta de ayer, me preocupa el diluvio de mañana.
Llueve en Madrid. Consulto las previsiones meteorológicas. Sus ojos de aguacero escupen silencio. Frío de agosto. Nieve de abril.
B: Dicen que mañana estará más despejado.
A: Eso dijeron ayer y mira la tormenta que está cayendo.
B: No me importa la tormenta de ayer, me preocupa el diluvio de mañana.
Llueve en Madrid. Consulto las previsiones meteorológicas. Sus ojos de aguacero escupen silencio. Frío de agosto. Nieve de abril.
viernes, 3 de junio de 2011
MOSCA
Ha pasado una mosca hace cinco minutos. No ha vuelto a salir por la ventana, pero tampoco la veo volar entre las cuatro paredes de este piso de alquiler condenado a un periodo de bochorno asfixiante. Parece mentira que sea tan fácil perderse en treinta metros cuadrados. Hoy huele a futuro y a tormenta de verano. Las sensaciones me salpican los bajos del pantalón, como el agua embarrada de esos charcos en los que ya no chapoteo. Me gustaría consultar mi hoja de ruta, pero creo que debió salir volando cuando me creía invencible.
Días de futuro y tormentas de verano. Sigo en pie.
Días de futuro y tormentas de verano. Sigo en pie.
domingo, 6 de febrero de 2011
SILENCIO
Llega a casa y cumple con el ritual de todos los días. Da cuatro vueltas a la cerradura de la parte de arriba y una a la de abajo, deja las llaves en la mesa del recibidor, se quita el abrigo y lo cuelga en el perchero. Hoy el piso huele a pasado y a caramelos de miel y eucalipto. Se mira en el espejo grande, ese en el que puede verse entera, hasta los zapatos de tacón que se compró la semana pasada en El Corte Inglés y con los que todavía anda como un pato. Se tumba en el sofá y mastica chicle. Hace pompas que se explotan y se le pegan en la nariz. Entonces, no sabe muy bien por qué extraña asociación, se acuerda del colegio y del olor a mandarinas del recreo. No ha vuelto a comer mandarinas desde entonces.
El vecino de al lado pasa la aspiradora y fuera está anocheciendo. El cuadro de al lado de la televisión está un poco torcido, pero le gusta igual.
Mira el reloj. Son las siete y aún no ha salido a saludarla. Está en su despacho. Huele a tabaco y sale un hilo de luz por la rendija de la puerta.
- ¿Estás ahí?
Silencio.
- ¿Estás ahí?
Silencio.
- ¡Responde!
Silencio.
Llora.
No le ve.
Silencio.
- ¡Dime algo!
Silencio.
Nadie responde.
No abre la puerta.
- ¿Estás ahí?
Llora.
Silencio.
El vecino de al lado pasa la aspiradora y fuera está anocheciendo. El cuadro de al lado de la televisión está un poco torcido, pero le gusta igual.
Mira el reloj. Son las siete y aún no ha salido a saludarla. Está en su despacho. Huele a tabaco y sale un hilo de luz por la rendija de la puerta.
- ¿Estás ahí?
Silencio.
- ¿Estás ahí?
Silencio.
- ¡Responde!
Silencio.
Llora.
No le ve.
Silencio.
- ¡Dime algo!
Silencio.
Nadie responde.
No abre la puerta.
- ¿Estás ahí?
Llora.
Silencio.
sábado, 22 de enero de 2011
INTERIOR NOCHE
Biblioteca. Interior noche. Frío. Polvo. Enciendo un cigarro. Lo fumo despacio. Hago círculos en el aire, con bocanadas largas, sin prisa. Lo apago. Tiro la colilla. Sopla el viento. Se abre la ventana. Suena un portazo. El polvo de las estanterías entra por la nariz. Estornudo. Salgo. Enciendo otro cigarro. Lo fumo despacio. Hago círculos en el aire, con bocanadas largas, sin prisa. Lo apago. Tiro la colilla. Sopla el viento. Abro la puerta. Sopla el viento. Más frío. Más polvo. Biblioteca. Interior noche. El cadáver aún sigue aquí.
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